It is the adventure of being far away and still feeling at home....

-

martes, 23 de febrero de 2010

Vivir, trabajar y amar en otro idioma: la experiencia de ser un extranjero

A veces nos mandan, a veces elegimos “mandarnos”. Por una buena oportunidad laboral, por un semestre de estudio, por amor… o incluso en busca de una nueva experiencia de vida. Y de pronto una mañana la vida nos sorprende a miles de km de casa, a veces por algunos meses, y en otras ocasiones por tiempo indefinido.
En cualquier caso, la experiencia de ser un extranjero en un país desconocido nos toca en lo más íntimo y constitutivo de quienes somos. Lejos de nuestras expectativas iniciales, vivir, trabajar y amar en otro idioma no siempre es tan glamoroso. Se habla de pérdidas, de fascinación, de cambio y los más osados nos animamos a admitir que se trata de un cimbronazo en nuestra identidad. Algunos le llaman shock cultural.

Imaginemos esta situación. Aferrados a nuestro pasaje de ida y a algunas cartas de despedida de los viejos amigos y familiares en Buenos Aires, despegamos hacia el infinito. El vuelo que nos aleja de Argentina nos acerca en simultáneo a otro lugar. Se trata de una transición oceánica, en todo sentido. Navegando en océanos de interrogantes y apuestas, y con ese sabor agridulce de quien se va pero llega, estamos en camino.

Las horas transcurren al ritmo de lo desconocido. Nuestro reloj empieza a sincronizarse en dos horarios a la vez. Acá o allá, allá pero todavía acá.

Bien… qué pasa cuando una voz femenina finalmente nos anuncia por el parlante la temperatura local y nos da pista para desabrochar los cinturones?

Para hablar de allá, tenemos que empezar por acá.

En nuestro país de origen, allí donde nacimos y crecimos, hay una red invisible que nos apuntala desde pequeños. Ese trama, invisible y a la vez poderosa, es propia y también nos une a los otros con quienes crecimos.
La base cultural compartida es lo que garantiza el cálido y cómodo sentimiento de “lo familiar”.

Cuando nos trasladamos a otra cultura, la ausencia cobra una presencia insospechada.
Solo cuando nos alejamos de este marco cultural, se nos vuelven visibles aquellos elementos que compartíamos con otras personas de nuestro medio.
Viviendo lejos de casa, el contexto grupal deja de cumplir esta importante función de continencia y de confirmación del sentimiento de pertenencia.
Sin embargo, como recién llegados, no es fácil predecir la ausencia de este marco cultural que nos sostenía en casa.
Qué velo nos maquilla la verdad, como dice el poeta Joaquin Sabina? Algunos autores le llaman "la luna de miel del recién llegado".

Uno de estados iniciales más comunes es el enamoramiento súbito hacia el nuevo mundo (o viejo mundo, si el destino elegido fue Europa!) que nos recibe. Nos dejamos inundar por la magia de los paisajes exóticos, los sofisticados edificios, las sabrosas comidas y el idioma extranjero que resuena en todos los rincones de la ciudad, pero sin subtítulos en castellano. El sabor nostálgico que nos acompañó hasta allí parece congelarse, y nos sentimos como Alicia recorriendo de punta a punta su país de maravillas.

Esta es la etapa que mayormente recordamos como turistas. Una o dos semanas de deslumbramiento, fotos, tours y gente amable que nos venden sus paquetes turísticos, y antes de que la cosa se ponga demasiado real, nos volvemos a casa.
A diferencia del turista, el expatriado o inmigrante conoce la otra cara de la historia. El que se queda debe construir un nido allí donde sus compatriotas fueron solo pasajeros fugaces de hotel.

De igual modo que en un vínculo amoroso, la fascinación inicial de las primeras semanas dará paso, tarde o temprano, a una experiencia de inmersión total y compromiso con el nuevo lugar. Aclimatarse al clima y adaptarse a lo que nos parece inadaptable.

Buscar trabajo, encontrar techo, entender cómo se le pide al carnicero tal o cual corte de carne. No encontrar y conformarse con un sustituto. Querer decir y no saber cómo. Tolerar que nuestros chistes en castellano no tengan traducción. Generar nuevos vínculos con amigos, colegas, vecinos. Hasta enamorarse en otro idioma.

No es raro que esta etapa de la experiencia nos evoque los días de nuestra más tierna infancia, cuando nos esforzábamos por encontrar la palabra justa para comunicarnos en un mundo de adultos.  
Nos sentimos pequeños. Y nuestros pequeños logros cotidianos en la nueva cultura cobran una dimensión inusitada.

Y la lista sigue.

Cuáles son tus experiencias de shock cultural? Cón que dificultades te encontraste a la hora de adaptarte a una nueva cultura? Qué es lo que perdiste? Qué te sobró? Qué ganaste?

Espero tus comentarios!

__________

Para debatir sobre este y otros aspectos de la experiencia del extranjero, te invitamos a sumarte a nuestros
Intercultural Coffee Meetings for Expats & Argentinos in BA

- En inglés-

Próximo encuentro: "Culture Shock"
Friday 26th February, 6.30pm - Cafe Lopez, Palermo
Last seats available.
Book your place: nomadasglobales@gmail.com




4 comentarios:

Alejandro Tornato dijo...

I don't know whether to comment in English or Spanish since this post has been written in the native tongue. Well, I guess in keeping with my previous tradition and practice I will continue in English.
It is absolutely true that someone who decides to travel far (and I mean very far......)to another country or perhaps to a different continent, is very likely to encounter some kind of "Cultural Shock".

I believe the only way to avoid a cultural shock and adapt very straightforwardly to another culture is by moving at a very very young age, but that is not the topic we are discussing right now (that could be a good topic for another post maybe.....).

Now, it really doesn't matter what the reason for the move is, a personal decision to explore the world (a valid reason if you have the money and resources to do it), or most common because of a job transfer or a job offer. Sometimes, the third option might be the pursuit of "love", moving closer to continue and deepening a loving relationship, or simply to look for one and start afresh.
Whatever it is, the traveler or nomad will, no doubt, experience life changes, drastic or not depending on the conditions of the new place.
Let us be clear on one thing, that the changes,shocks or inconveniences that any nomad may go through are very part of the whole experience of what I call "Culture Immersion and Adaptation", it is unavoidable.
If anyone thinks that moving away from your own habitat and birthplace will not entail some personal modifications and sacrifices, then, please, stay where you are and don't even contemplate leaving.

Natalia, on a personal note, I want to share with you and your readers, that the more I read this blog and learn more about these important and relevant cultural issues, I can appreciate the fact that you are an excellent writer, with a very clear and easy going style. Your passion for this subject is manifested in every post.

Another great aspect of your post is the clear distinction between a "tourist" and an "expat or nomad". It is a chasm between "fun and temporary" and "reality and permanence".
It is not the same to go to Hawaii for a one week vacation, staying in a luxury resort with all meals and entertainment included, forgetting the whole world for that week, and enjoying life in paradise; and to move to Hawaii and perhaps live in a small apartment in a crowded place, and work in a manufacturing factory, and trying to make ends meet, and definitely not being able to forget the world around you, because that is your "daily reality", not your weekly get away.

I have some personal "cultural shock" experiences that I can share when I traveled from Buenos Aires to Bournemouth, England years ago. However, I think that I have extended myself too much right now, and I will do it in a new comment.

As always, thank you Naty and readers for allowing me to share my thoughts with you all.

Alejandro

Nómadas Globales Argentina dijo...

Hola Ale!

thanks a lot for your comments and support.
It´s always a pleasure to read your thoughts reflecting the impact of our articles on your personal experience as traveler, nomad and Argentino living overseas.
Besos!

Naty

claire dijo...

Hola Natalia,

Soy Claire, de Young SIETAR. Que bueno es este blog! Felicidades y, a la vez, gracias. Ya debes crear un SIETAR Argentina, no?? :)
O debes hacer el marcadeo/marketing para Young SIETAR! jeje.

Culture Shock...para mi, fue el "reverse culture shock" que me sopreso. cuando llega a panama desde los eeuu, tuve un red de apoyo; pero cuando regrese a los eeuu, no habia un red. yo se que algunas personas no tienen problemas con este "reverse cultural shock", pero a otras, si, bastante...y hay mas apoyo structural para "culture shock" que "reverse cs". En esto, ya soy una defensora de este tema. para el proximo post... ;)
y gracias por el espacio de practicar mi espanol despues de meses y meses sin usarlo!
claire

Nómadas Globales Argentina dijo...

Hola Claire!

bienvenida al Blog y gracias por tu comentario...!
Reverse culture shock es un tema menos explorado que el traditional culture shock, coincido con vos! Se lo suele subestimar. Este es un tema pendiente en mi agenda de coffee Meetings. Ya estaré publicando algun articulo al respecto!

Por favor contactame en forma privada a nomadasglobales@gmail.com para poder incluirte en mi mailing list.

Un fuerte abrazo desde Bs As
Natalia